Estimadas directoras y estimados directores de los ISFD y los ISFDyT:
Nos dirigimos a ustedes con el propósito de compartir unas breves ideas que
funcionen como balance provisorio de los meses transcurridos y también que
aporten a pensar la segunda etapa del año.
El cierre de la primera parte de un ciclo lectivo particularmente atípico,
enmarcado en un contexto también inédito, resulta un momento propicio para
recapitular lo realizado y establecer las líneas de trabajo que nos proponemos
emprender o continuar. Lo hacemos con la convicción de que el impacto de la
crisis actual no será superficial ni pasajero, sino que urge un replanteo
profundo y estructural de la educación a la luz de las nuevas circunstancias.
Ante todo, destacamos el trabajo de los Institutos de Formación Docente
bonaerenses. Sin el esfuerzo conjunto de todos los actores que los componen
(supervisoras, supervisores, directivos, docentes, no docentes, estudiantes),
habría resultado imposible organizar y sostener la tarea educativa en
circunstancias tan complejas como imprevistas. Somos conscientes de las
dificultades que dicho esfuerzo ha supuesto. Idear y llevar a cabo acciones que
garanticen la continuidad pedagógica y resulten a la vez empáticas,
significativas y realizables constituye un desafío diario que involucra múltiples
aspectos: técnicos, administrativos, pedagógicos. Es en este marco que desde
la Dirección de Formación Docente Inicial procuramos reafirmar nuestro
acompañamiento a las instituciones.
Desde que se decretó la suspensión de clases y, más tarde, el aislamiento
social, preventivo y obligatorio, nos hemos propuesto brindar herramientas
Especialmente en tiempos tan inciertos y complejos, resulta fundamental contar
con un sistema formador integrado, con debates y desafíos compartidos. Por
eso, la Dirección de Formación Docente Inicial y la Dirección de Formación
Docente Permanente trabajamos juntas, tanto en la puesta en común de
criterios político-pedagógicos como en la articulación de los ISFD y los CIIE.
Porque entendemos las decisiones político-pedagógicas como una cuestión
colectiva, fomentamos diversas instancias de diálogo y discusión. Justamente,
las mesas de trabajo constituyen espacios de consulta, participación y escucha
donde se tratan temas curriculares e institucionales. También las reuniones
periódicas con directivos, consejos regionales de directivos, inspectoras e
inspectores han sido otro punto esencial. Procuraremos sostener y fortalecer
estos espacios, tanto en estas circunstancias como al retomar la modalidad
presencial. Deseamos también que los institutos se apropien de estas
instancias y encuentren en ellas una vía fructífera de comunicación e
intercambio.
Cerramos la primera etapa de un año desapacible. Iniciamos otra que no
parece menos incierta. No obstante, entre tantos interrogantes que nos
interpelan podemos vislumbrar algunas certezas: la importancia del trabajo
colectivo, de su coordinación y de su sistematización, así como la necesidad
impostergable de garantizar a las y los estudiantes el derecho a la educación.
Por ello apostamos a sostener y profundizar tanto el diálogo con los institutos
como todas las instancias de comunicación y articulación llevadas a cabo
desde la Dirección. Asimismo, nos proponemos reforzar nuestro compromiso
con la continuidad pedagógica, a través de la creación y la difusión de
herramientas tendientes a ella. Confiamos en que estas premisas no solo
orientarán nuestra labor a corto plazo, sino que constituirán el punto de partida
en nuestra búsqueda de nuevas formas de educar.
Agradecemos nuevamente su disposición a compartir el trabajo. Esperamos
que este tiempo de receso nos permita tomar distancia, reflexionar sobre la
primera etapa de este año vertiginoso y renovar las energías para retomar
nuestras tareas.
Marcela Esnaola
Directora de Formación Docente Inicial